
En los últimos años, Colombia ha experimentado una transformación significativa en su lucha por la paz y la seguridad, a través de la implementación de los Acuerdos de Paz con las FARC y el posterior enfoque hacia la construcción de un país más estable.
Sin embargo, el avance acelerado de las tecnologías, especialmente la inteligencia artificial (IA), plantea nuevos retos en términos de seguridad, derechos humanos y sostenibilidad de la paz en el país.
En este contexto, el reciente foro legislativo titulado «Paz y Seguridad en la Era de Inteligencia Artificial» en Colombia abordó las implicaciones de la IA sobre estos aspectos, destacando tanto sus riesgos como sus oportunidades.
La IA y la seguridad en Colombia: un campo de batalla emergente.
Colombia es un país que históricamente ha enfrentado desafíos de seguridad derivados de la violencia armada, el narcotráfico y los conflictos internos.
En la era de la inteligencia artificial, la cuestión de la seguridad se ha diversificado, ya que las nuevas tecnologías se incorporan tanto en la lucha contra el crimen como en el ámbito de la defensa nacional.
En el foro, expertos y legisladores discutieron sobre cómo la IA puede ser utilizada para fortalecer la seguridad interna del país.
Por ejemplo, los sistemas de IA pueden mejorar las capacidades de vigilancia y predicción de comportamientos criminales, ayudando a prevenir delitos y a identificar patrones en las redes de narcotráfico y grupos armados ilegales.
Sin embargo, también se alertó sobre los riesgos de un uso excesivo de estas tecnologías que podrían vulnerar los derechos civiles, como la privacidad y la libertad personal, si no se establece un marco regulatorio adecuado.
Un tema de gran relevancia fue la implementación de drones autónomos y sistemas de IA en el monitoreo de zonas de difícil acceso, como las regiones afectadas por el conflicto armado.
Aunque estos avances podrían ser esenciales para reducir los enfrentamientos violentos y optimizar las operaciones de seguridad, también presentan riesgos, como la posibilidad de que sean mal utilizados por actores no estatales para fines destructivos.
La IA podría, en manos equivocadas, exacerbar los conflictos existentes y generar nuevas formas de violencia.
IA y derechos humanos: la tensión con la paz.
En el contexto colombiano, el respeto por los derechos humanos ha sido un componente fundamental del proceso de paz, y la integración de la inteligencia artificial en las estrategias de seguridad plantea una serie de desafíos éticos.
Durante el foro, se discutió cómo los avances en IA, particularmente los sistemas de vigilancia masiva, podrían afectar las libertades fundamentales, especialmente en zonas rurales y marginadas donde el control del Estado es más débil.
El uso de la IA para identificar, monitorear y rastrear individuos puede convertirse en una herramienta poderosa de represión si no se toman las precauciones necesarias.
El sistema de inteligencia artificial podría ser utilizado por autoridades para vigilar a grupos sociales, activistas y defensores de derechos humanos, violando su derecho a la privacidad y a la libre expresión.
En este sentido, se resaltó la necesidad de establecer una regulación clara que limite el uso de estas tecnologías para evitar abusos de poder y proteger las libertades civiles.
Por otro lado, los participantes del foro también subrayaron que la IA, si se implementa adecuadamente, podría contribuir a la mejora de los derechos humanos en Colombia.
Por ejemplo, mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, los sistemas de IA podrían ayudar a detectar patrones de violencia, despojo de tierras y otros delitos asociados al conflicto armado, lo que permitiría una respuesta más eficiente y menos propensa a la corrupción.
Desinformación y la polarización política.
Otro aspecto crítico que se abordó en el foro fue el impacto de la IA en la propagación de desinformación, un problema que ha afectado a Colombia en el marco de su conflicto interno.
El uso de tecnologías de IA para crear contenidos falsos, como noticias manipuladas y deepfakes, puede tener un impacto directo en la estabilidad política y social del país.
En un contexto de polarización política, la desinformación alimentada por la IA podría agravar las tensiones sociales, comprometer la confianza en las instituciones y socavar el proceso de paz.
Los legisladores expresaron su preocupación por la necesidad de crear una infraestructura legislativa que regule la creación y distribución de contenido generado por IA.
Es urgente que Colombia cuente con medidas que impidan el uso de la IA con fines de manipulación política o para incitar a la violencia, preservando así la estabilidad y la seguridad social.
Conclusiones.
El foro legislativo «Paz y Seguridad en la Era de Inteligencia Artificial» en Colombia reveló la ambivalencia de la IA en el contexto colombiano.
Mientras que la tecnología ofrece oportunidades para mejorar la seguridad y proteger la paz, también plantea riesgos significativos relacionados con los derechos humanos, la privacidad y la desinformación.
Para que Colombia navegue adecuadamente en esta nueva era tecnológica, es fundamental que el país desarrolle una legislación robusta que garantice el uso ético y seguro de la IA, asegurando que su implementación no socave los principios democráticos y de paz que se han trabajado durante décadas.
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