
En mayo de 2025, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebra su IV Foro Ministerial con China en Pekín, bajo la presidencia pro tempore de Colombia.
Este encuentro marca un hito en la posible adhesión del bloque regional a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), el megaproyecto chino de infraestructura y cooperación global.
La decisión, impulsada en un contexto de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, podría redefinir el rol de América Latina en el escenario geopolítico y económico. Pero, ¿qué implica realmente esta alianza?
Oportunidades Económicas y Energéticas
Inversión en Energías Verdes
Colombia, actual líder de la CELAC, busca consolidar su transición energética mediante la atracción de inversiones chinas en proyectos de hidrógeno verde y energía eólica marina.
Durante su visita a Pekín en 2023, el presidente Gustavo Petro firmó acuerdos con empresas como Sungrow Hydrogen y China Three Gorges Corporation, clave para desarrollar su agenda climática.
Honduras ya había sentado un precedente al unirse a la BRI en 2023, priorizando energías renovables. Si Colombia formaliza su adhesión durante el Foro, podría catalizar proyectos similares en la región .
Minerales de Transición: Litio y Cobre
América Latina alberga el 60% de las reservas mundiales de litio (Argentina, Chile, Bolivia) y el 40% del cobre (Chile, Perú).
China, principal consumidor de estos minerales para tecnologías verdes, ha incrementado su presencia en proyectos como el «Valle del Litio» en Brasil y las minas de cobre en Perú.
La cooperación en este sector podría generar empleos y divisas, pero también plantea desafíos ambientales y sociales, como los conflictos por el agua en Puno (Perú) o la oposición local en Brasil .
Dinámicas Comerciales: Entre Aranceles y Oportunidades
Agricultura y Protocolos Fitosanitarios
La guerra comercial entre EE.UU. y China ha beneficiado históricamente a exportadores latinoamericanos de soja, carne y frutas.
Con los nuevos aranceles chinos a productos agrícolas estadounidenses (10-15% desde marzo de 2025), países como Argentina, Brasil y Uruguay podrían aumentar sus ventas a China.
Sin embargo, investigaciones de la OMC sobre importaciones de carne vacuna sudamericana complican este panorama .
Desindustrialización y Dependencia
La CELAC enfrenta un dilema: mientras China demanda materias primas, la región corre el riesgo de reprimarizar sus economías.
Según el Centro de Políticas de Desarrollo Global (GDP Center), la dependencia de exportaciones de minerales y productos agrícolas ha debilitado sectores manufactureros, un fenómeno que podría agudizarse si no se prioriza la transferencia tecnológica y la industrialización local .
Conclusión: ¿Hacia una Cooperación Equitativa?
La adhesión de la CELAC a la BRI ofrece oportunidades para modernizar infraestructuras y financiar la transición energética, pero también exige cautela. América Latina debe negociar como bloque para evitar asimetrías, priorizar cláusulas de sostenibilidad y diversificar sus alianzas.
Como señala la canciller colombiana Laura Sarabia, el reto no es «alejarse de unos para acercarse a otros», sino fortalecer la región en un mundo fragmentado.
En mayo de 2025, Pekín será el escenario donde se defina si esta alianza impulsa un desarrollo genuino o profundiza viejas dependencias.
