
El Festival Estéreo Picnic 2025, celebrado del 27 al 30 de marzo en Bogotá, no solo consolidó su posición como uno de los eventos musicales más relevantes de Latinoamérica, sino que también dejó un legado de beneficios económicos, culturales y sociales.
Con más de 152.000 asistentes —incluyendo 50.000 turistas—, esta edición demostró cómo un festival puede trascender la música para convertirse en un motor de desarrollo .
1. Impacto económico y generación de empleo
El festival inyectó más de 150.000 millones de pesos a la economía bogotana, beneficiando a sectores como hotelería, restaurantes y transporte .
Además, generó 7.000 empleos temporales, desde producción hasta seguridad, reforzando su papel como dinamizador laboral . La iniciativa «Hecho en Bogotá», que promovió emprendimientos locales de diseño y artesanía, permitió a pequeños empresarios exhibir y vender sus productos, integrando la economía creativa en el evento .
2. Diversidad cultural y musical
Con más de 70 artistas de 15 países, el cartel fusionó géneros como pop, rock, electrónica y música urbana. Figuras como Olivia Rodrigo (en su debut colombiano) y Justin Timberlake atrajeron a jóvenes, mientras leyendas como Tool (le haremos una crónica justo ahorita) y Alanis Morissette conectaron con generaciones anteriores .
Destacó la colaboración Astropical, un proyecto entre Bomba Estéreo (Colombia) y Rawayana (Venezuela), que fusionó ritmos latinos con electrónica, resaltando la unidad regional .
3. Innovación logística y sostenibilidad
La organización enfrentó retos climáticos, como lluvias intensas, con medidas eficaces: ampliación de zonas cubiertas y redistribución de espacios.
Además, implementó un sistema cashless para pagos, agilizando transacciones y reduciendo el uso de efectivo . La sostenibilidad fue clave: puntos de reciclaje, hidratación gratuita con botellas reutilizables y prohibición de plásticos de un solo uso .
4. Inclusión social y accesibilidad
Por primera vez, se habilitó la Zona de Menores, permitiendo a jóvenes de 7 a 18 años asistir a conciertos bajo supervisión adulta. Este espacio, con baños y restaurantes exclusivos, amplió el alcance demográfico del evento . Además, el transporte público —con 42 rutas de TransMilenio— facilitó el acceso, reduciendo la congestión vehicular .
5. Proyección internacional y turismo.
El 33% de los asistentes fueron turistas internacionales, posicionando a Bogotá como destino cultural.
Medios globales destacaron la producción escénica —pantallas LED y efectos visuales—, comparable a festivales como Coachella . Artistas como Beck, que reemplazó a The Black Keys, y el emotivo retiro de Galy Galiano, añadieron valor simbólico y mediático .
Conclusión.
El Estéreo Picnic 2025 no fue solo un evento musical: fue un catalizador de crecimiento económico, un escaparate de diversidad cultural y un ejemplo de innovación sostenible. Su éxito refleja cómo los festivales modernos pueden trascender el entretenimiento para convertirse en herramientas de transformación social y económica, dejando huella en la identidad de una ciudad y sus habitantes.
Deja una respuesta